¿Qué hace que el mercado Airbnb de Nosara sea tan atractivo?
El mercado de alquiler a corto plazo de Nosara sigue superando al del resto del país, gracias a su sólida cultura del bienestar, su constante turismo de surf y su posición dentro de una de las cinco regiones de la Zona Azul del mundo, conocida por su longevidad y su alta calidad de vida.
Nosara en cifras
Los últimos análisis de mercado muestran que:
La tarifa diaria promedio (ADR) para los alquileres de Airbnb en Nosara es de $ 381.
Los anfitriones pueden esperar unos ingresos anuales medios de aproximadamente 37.000 dólares, y los hogares de alto rendimiento superan con creces esta cifra.
En 2025, Nosara contaba con más de 850 alojamientos Airbnb activos, desde acogedoras casas de huéspedes hasta villas de lujo.
A pesar de ser un pueblo pequeño, la oferta de Nosara se dirige a un público sofisticado: viajeros que buscan privacidad, inmersión en la naturaleza y experiencias holísticas. Las propiedades que incluyen servicios como piscinas privadas, vistas al océano, terrazas para practicar yoga y un diseño respetuoso con el medio ambiente suelen funcionar especialmente bien.
Lo que los inversores deben saber
Para los compradores de propiedades, especialmente los extranjeros, la comprensión del entorno normativo es clave para sacar el máximo provecho de una inversión Airbnb. Si bien Costa Rica permite a los extranjeros poseer una propiedad con título de propiedad, operar un alquiler vacacional con éxito requiere:
Información fiscal transparente
Registro ante las autoridades competentes
Apoyo jurídico y contable local
Gestión continua de la propiedad y de los huéspedes
Nosara, en particular, destaca para los inversores que buscan no sólo rentabilidad, sino alineación con valores como la sostenibilidad, el bienestar y la vida comunitaria consciente. Esto es especialmente cierto en los desarrollos regenerativos como Shift Esperanza, que están diseñados para proporcionar valor a largo plazo a través de la rentabilidad ecológica y económica.
Normativa local
En Costa Rica, los alquileres a corto plazo como los ofrecidos en Airbnb han ganado popularidad entre viajeros e inversores inmobiliarios por igual. Nosara, uno de los destinos más solicitados del país, destaca por su sólido mercado de Airbnb, sus elevados precios de alquiler y su atractivo para familias y nómadas digitales orientados al bienestar. Pero con esta demanda viene la necesidad de entender cómo el país regula los alquileres a corto plazo, en particular para los inversores extranjeros. Aunque Costa Rica sigue siendo un país favorable a la propiedad inmobiliaria para extranjeros, el alojamiento en Airbnb está ahora sujeto a requisitos fiscales, legales y de información específicos.
Responsabilidades fiscales de los anfitriones
Los ingresos por alquiler a corto plazo en Costa Rica están sujetos a impuestos, por lo que los propietarios extranjeros están sujetos a un impuesto fijo del 15% sobre los ingresos brutos por alquiler, que no puede reducirse mediante deducciones. Los residentes, por su parte, pueden deducir los gastos pertinentes y tributan de forma progresiva. En ambos casos, los ingresos procedentes de los alquileres de Airbnb deben declararse al Ministerio de Hacienda de Costa Rica.
Además, el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) se aplica a todas las estancias de menos de 30 días. Esto significa que los anfitriones de Airbnb deben cobrar un 13% de IVA, que debe ser recaudado de los huéspedes y remitido mensualmente.
Inscripciones obligatorias
Para operar un alquiler legalmente en Costa Rica, se requieren dos registros clave:
Patente Municipal: Permite utilizar la propiedad con fines comerciales.
Registro de Turismo: Gestionado por el Instituto Costarricense de Turismo (ICT), es obligatorio para todos los operadores de alquiler a corto plazo. También añade credibilidad y visibilidad a su propiedad.
Costa Rica ha avanzado recientemente hacia una regulación más estricta de los alquileres a corto plazo. A partir de 2025, plataformas como Airbnb estarán obligadas a facilitar información sobre los propietarios y los ingresos a la Agencia Tributaria de Costa Rica, como parte del esfuerzo del país por aumentar la transparencia de la economía digital. Estas medidas están en consonancia con el impulso mundial a favor de la competencia leal en el sector hotelero y, aunque su cumplimiento requiere cierto esfuerzo, ofrece una estructura clara para la inversión responsable.
Reflexiones finales
Las inversiones de Airbnb en Costa Rica, y especialmente en Nosara, siguen arrojando buenos resultados, siempre que los anfitriones se mantengan informados, cumplan las normas y tengan la intención de integrar sus propiedades en la comunidad y el ecosistema. Para aquellos que lo hacen, las recompensas van mucho más allá de los ingresos: contribuyen a un modelo de turismo y de vida más reflexivo, responsable y de futuro.
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